Este perfil está especialmente indicado para aquellos trastornos relacionados con la inflamación y los trastornos reumáticos.

1. Hemograma: Un hemograma completo evalúa varios componentes de la sangre, incluyendo el número y la calidad de los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Puede ayudar a detectar anemia, infecciones, trastornos de la coagulación y otras enfermedades hematológicas.
2. Ácido Úrico: El ácido úrico es un producto de desecho que se forma cuando el cuerpo descompone las purinas. Los niveles elevados de ácido úrico en la sangre pueden indicar gota o insuficiencia renal, entre otras condiciones.
3. Factor Reumatoide: El factor reumatoide es un anticuerpo que el sistema inmunológico produce en respuesta a la inflamación crónica. Los niveles elevados de factor reumatoide pueden ser un indicador de trastornos autoinmunes, como la artritis reumatoide.
4. Proteína C Reactiva (PCR): La proteína C reactiva es una proteína producida por el hígado en respuesta a la inflamación. Los niveles elevados de PCR en la sangre pueden indicar inflamación aguda o crónica en el cuerpo.
5. Velocidad de Sedimentación (VSG o VS): La velocidad de sedimentación es una medida de la rapidez con la que los glóbulos rojos se asientan en una muestra de sangre. Los niveles elevados de VSG pueden ser un signo de inflamación en el cuerpo.
6. Anticuerpo antipéptido cíclico citrulinado (anti-CCP): la principal utilidad de esta prueba es que permite diagnosticar la artritis reumatoide en las primeras fases de la enfermedad y en personas con un factor reumatoide negativo. El anti-CCP es positivo en el 60-70% de las personas con artritis reumatoide; es útil en combinación con el factor reumatoide para el diagnóstico de artritis reumatoide.
7. Anticuerpos antinucleares (ANA): prueba útil en el cribado de ciertas enfermedades autoinmunes, en las que se puede incluir la artritis reumatoide; la prueba se solicita normalmente para diagnosticar un lupus eritematoso sistémico.

Estas pruebas se utilizan en conjunto para ayudar a diagnosticar y monitorear enfermedades como la artritis reumatoide, la gota, la vasculitis y otras enfermedades inflamatorias y autoinmunes. Siempre es importante interpretar los resultados de estas pruebas en el contexto clínico del paciente y bajo la supervisión de un médico u otro profesional de la salud.